Después de bajar del autobús y caminar un poquito llegamos al museo. Allí nos esperaban dos monitores uno para cada grupo nosotros empezamos por el piso de arriba de todo,
vimos un cuadro gigante y hablamos de todo lo que se veía en él, también nos enseñaron un truco para descubrir el viento. En otra sala
vimos cuadros de Luis Seoane y el monitor nos contó una historia sobre ellos e incluso nos puso música para bailar. Después
nos enseñaron un cuadro de Díaz Pardo. En otra planta del museo estaban los
cuadros de personajes de otras épocas, había retratos de señores con nombres muy largoooos y que tenían pelucas blancas, algunos de nosotros quisimos posar como ellos. Ya casi estábamos terminando la visita, el monitor nos dijo que buscásemos al gigante que allí nos esperaba una sorpresa, y así lo hicimos fuimos a la
escultura gigantesca de la planta baja y nos colocamos alrededor. Jose, el monitor abrió un pequeño mueble con ruedas y sacó un cincel y un martillo y nos explicó como se hacían las esculturas y allí nos convirtió en una especie de gigantes que gritaban y se movían como verdaderos gigantes, nos lo pasamos genial y como premio nos tenían preparado un cuadro para que nosotros pudiésemos pintar y decorar a nuestro gusto.
Quedamos encantados de la visita y de los monitores, muchas gracias por vuestra amabilidad lo pasamos muy bien.
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